Aunque el rompecabezas sea un juego, en esencia tiene las mismas características que cualquier problema en la vida cotidiana. Para hacer frente a cualquier dificultad es preciso observar, identificar el problema, comparar y encontrar una solución.
Al realizar una actividad manual, la observación, la memoria, la atención, las emociones, las habilidades lingüísticas, así como la movilidad de manos y dedos intervienen y se desarrollan, ayudando además a formar el gusto artístico del niño; por lo que las actividades de motricidad fina son muy importantes para su desarrollo.
